Ninguna guerra se parece a otra, Jon Sistiaga

“El gran teatro informativo de la guerra tenía muchos actos y muchos actores”

Jon Sistiaga relata neste libro o desenvolvemento da guerra de Irak, o  bombardeo e a caída da cidade de Bagdad xunto co triste desenlace da vida do cámara que o acompañaba, o inesquecible José Couso. O autor fálanos dos medios como fichas de xadrez, que os gobernos moven estratexicamente. Cóntanos como hai xornalistas que se plegan docemente á manipulación, mentres outros arriscan a súa vida para evitar a desinformacion. Descríbenos un lugar no que non existe a liberdade de prensa. Unha guerra na que a batalla pola opinión pública internacional é un dos grandes campos de loita. Por desgracia, os xornalistas son o cañón de disparo, e polo tanto un obxectivo primordial na maquiavélica estratexia militar.

Ninguna guerra se parece a otra é un deses libros que empuxa a seguir lendo á volta de cada páxina ó tempo que un morde compulsivamente as unllas. A diferenza básica con calquera outra novela é que os persoaxes, a acción e os lugares que se describen son reais. Couso, Bagdad e o tanque norteamericano que disparou contra o hotel Palestina un fatal 8 de abril de 2003.

“ José Couso, un simpático gallego que practica la filosofía del percebe, ese molusco pequeño, arrugado, que se aferra a su roca pese a la violencia de las mareas…” (sic)

A rocha de Couso era a súa cámara, e as mareas, os disparos. Cando escribiu estas liñas, Jon Sistiaga non imaxinaba que finalmente a violencia das mareas conseguirían separar o pequeno percebe da súa rocha.  

Karina Rivero Conde

 

 

LA LOCA DE LA CASA. Rosa Montero

 

 El primer enigma de este libro: «la loca de la casa» decía Santa Teresa de Ávila, es la imaginación.

 Esta obra de Rosa Montero cabalga entre la novela el ensayo o la autobiografía. Pasa de puntillas por el laberinto de la fantasía y navega a través de la creación artística, la pasión o la vida del escritor.

 Es grandiosa la facultad de esta mujer a la hora de describir los pensamientos, las vidas y las actitudes de los escritores. Pero traspasa la barrera de la vanidad, y aunque sea fantástica esta obra a veces deja la sensación de que la mente del escritor es prodigiosa hasta el límite de la divinidad. El escritor se alimenta de libros, duerme inventando historias o vive agarrado como una garrapata a una pluma o a una tecla.

 Y yo digo que no es tanto así. No he tenido el placer de conocer a muchos escritores, pero los pocos que conozco son seres de carne y hueso. Es cierto que algunos resultan enigmáticos (como lo puede ser el carnicero del súper que paciente y sonriente te suministra alimento), a veces son seres excéntricos en cierta medida y suelen ser tremendamente sensibles a la palabra. Pero humanizarlos los hace grandes, y Rosa es tan magnífica y humana que me cuesta creer que en esta ocasión haya rozado la vanidad.

 Por lo demás Rosa, hizo de esta una obra absolutamente interesante cuando se trata de mostrar parte de las biografías de los más grandes escritores de todos los tiempos. En este ensayo novelado el poder que la imaginación tiene en nuestras vidas se nos presenta de una manera auténtica, y comprendemos que lo que imaginamos es lo que nos mantiene vivos. En su presentación del libro en Brasil dice Rosa que está ante su mejor novela. No se si sigo hablando de cierta vanidad, pero a pesar de ello, es realmente magnífica.

Sara López García

 

El año que trafiqué con mujeres

Antonio Salas, el autor de este libro, vuelve a utilizar este pseudónimo para tratar de mostrar a la sociedad algo que está a la vista de todos, pero que nadie quiere ver: el mundo de la prostitución.

 

Parece mentira que en el siglo XXI se pueda hablar de esclavitud y trata de blancas. Este periodista nos hacer ver que todavía existen. No importa la ley siempre y cuando haya gente dispuesta a pagar una suma importante de dinero para acostarse con niñas de 11 ó 12 años. O llegar a realizar prácticas sexuales de lo más sórdidas para satisfacer gustos personales, unos gustos que jamás les propondrían realizar a sus parejas. Por desgracia la demanda está ahí y los traficantes de mujeres no hacen otra cosa que satisfacerla.

 

La prostitución es un negocio que mueve millones de euros en dinero negro como pocos negocios en este país. La mayoría de las mujeres son traídas a la fuerza, con amenazas de muerte a ellas y a sus familias y con promesas que jamás se llegarán a cumplir. Antonio Salas cuenta también cómo son los burdeles de lujo y cómo a través de ellos, siempre que uno tenga mucho dinero, es fácil llegar a acostarse con presentadoras de televisión, modelos, azafatas,… Ahí está la cara y la cruz de esta moneda: unas mujeres lo tienen que hacer a la fuerza para sobrevivir, mientras que otras lo hacen por puro gusto y, aún por encima, cobrando importantes sumas de dinero.

 

Personalmente puedo decir que el libro “engancha” al lector desde la primera página. Después de leerlo, sólo queda decir que lo peor de todo es que nadie hace nada por tratar de arreglar esta cuestión. Mientras haya alguien que reclame sus servicios van a seguir estando ahí, simplemente son putas.

 

Sara Domínguez Triñanes

Territorio Comanche

Territorio comanche, así nos define Pérez Reverte el lugar que el reportero de guerra considera como aquel “donde el instinto te dice que pares el coche y des media vuelta. El lugar donde los caminos están desiertos y las casas son ruinas chamuscadas donde siempre parece a punto de anochecer…”. Es aquel lugar “donde no ves los fusiles, pero los fusiles sí te ven a ti” 

Está claro que el hecho de ser reportero de guerra no es fácil. Sin embargo, hoy en día no valoramos lo suficiente el esfuerzo que estos periodistas realizan para que nosotros podamos ver imágenes de forma cómoda desde nuestras casas o leer una interesante obra mientras imaginamos lo que allí leemos. El libro nos sitúa en este contexto y nos dirige hacia la admiración por este grupo de profesionales que no sólo se juegan la vida, sino que lo hacen por nosotros, para que en los informativos no falte la imagen sin la cual la noticia no sería la misma.

 

Distintas personalidades los definen, los hay muy valientes, como los dos protagonistas de la obra, y también no tan valientes que no son capaces de soportar lo que en la guerra se observa. Y, es que no todos estamos preparados para estar allí. La guerra no es un lugar bonito, las cosas que allí se ven son acontecimientos que a nadie le gusta ver, por ello la importancia de reconocer el valor de aquellas personas que deciden abandonar su vida para cambiarla totalmente en un mundo que no es bienvenido por la mayoría de nosotros.

 

Con esto, el libro nos relata la historia de dos reporteros de guerra, así como sus hazañas e historias en su larga carrera ejerciendo este oficio. La lectura de la obra nos permite ver muchas de las cosas que no se pueden ver en la televisión y que sólo nos pueden relatar las personas que estuvieron allí para contarlo.

 

 

Por Mª Agustina Guarc Ratque.