Retratos, Truman Capote

En este libro podríamos decir que el mismo Capote es retratado. Al contarnos todos los entresijos de las agitadas vidas de los principales protagonistas de la aristocracia neoyorkina de la época, Truman nos da pistas de su propia personalidad.

Extravagante y excéntrico son dos adjetivos que van parejos a este perspicaz artista. Su capacidad de observación y, lo que es más importante, de reproducción son lo que le hacen un genio. Todas sus palabras están perfectamente medidas y las convierte en insubstituibles, sin ellas, sin esas justas y precisas palabras, sus textos perderían la magia que los envuelve.

Algunas de estas descripciones cuentan con la narración de situaciones que parecen fruto de la imaginación del autor, llevada a su máximo apogeo. Pero a la vez, están dotadas de un realismo que hace que nadie dude de la palabra del escritor.

Capote no intenta hacer una alabanza más a estos reconocidos artistas, sino que solo pretende describirlos tal y como son. Muestra tanto esas características ya más conocidas por todos, como aquellas otras reservadas para la intimidad y que los hacen habitantes de esta tierra dejando atrás esa áurea que parece situarlos como seres sobrenaturales.

Estos retratos le valieron, en ocasiones, su amistad con los protagonistas, pero es que a veces las verdades duelen.

 

Tamara Novoa Alonso-B